Bomba "H" de metralla Incendiaria y Espoleta "HAYA".
 
Esquema de Bomba "H".
Página del cuaderno de vuelo de Haya, con cálculos personales sobre técnicas de bombardeo originales.
Otra página del cuaderno de vuelo de Haya, con cálculos personales sobre técnicas de bombardeo originales.
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Durante todo el año 1935 comienzan a aparecer en la Cartilla de Vuelo de nuestro hombre gran número de vuelos dedicados a las prácticas de bombardeo, fotografía aérea, y tiro con ametralladora. Después de su dedicación a tantos y tan distintos aspectos de la actividad aeronáutica, y quizá como un preludio, una premonición del tremendo conflicto bélico que se avecinaba, ensombreciendo las relaciones entre los españoles, Haya parece haber dedicado bastante atención a algunos artefactos bélicos, como las bombas, las espoletas, los explosivos y detonantes y las formaciones de bombardeo.

Probable fruto de estos estudios no concluidos, fue el proyecto denominado Bomba "H" de Metralla incendiaria, cuya masa explosiva estaba formada por balines y fósforo. Siendo de un peso no superior a 10 kilogramos, al menos en esta versión original, su objetivo era el lanzamiento sobre formaciones de aviones enemigos, produciendo con su explosión fragmentaria, un gran efecto sobre múltiples blancos aéreos a la vez. El invento se completaba con una espoleta que podía ser activada tanto por impacto, estando dotada de un retardo susceptible de ser fijado en tierra, así como ser activada por tiempo directamente. La idea en conjunto, sin duda falta de madurez en aquel momento, constituia espléndido precedente de una realización posterior practicada por la Luftwaffe en la Segunda Guerra Mundial, al bombardear grandes formaciones de aviones aliados con bombas ligeras desde aviones de caza volando a alturas superiores.

El proyecto de bomba Incendiaria así como la Espoleta "Haya" con los planos de diseño y estudios de realización, fueron donados al Ejército del Aire, recibiéndolo en su momento el General Kindelán, pero no llegó a salir adelante, no obstante lo ingenioso del sistema propuesto.

Otros múltiples proyectos de Haya, se quedaron, sin duda, en su mente y en documentos perdidos, repartidos en esquemas apenas entrevistos, que no llegaron a materializarse. Se recuerdan, por ejemplo, los itinerarios Esquemáticos de Pilotaje, algo semejante a una moderna Carpeta de Ruta y Objetivo, un Método de Corrección de Deriva, o la aplicación del Calculador de Gasto de Combustible.

Haya era, sin duda, un hombre imaginativo. Pequeños detalles para solucionar fácilmente algunos problemas de forma ingeniosa, nos denotaban esa facilidad, incluso de forma anecdótica y divertida: para dejar caer las medicinas suavemente en el Santuario, ideó el recortarle las alas a un pavo y atarle las patas para que no pudiera ir muy lejos, origen todo ello de su emblema personal. Su lanzabombas personalísimo era una cuerda desde la cabina hasta un cencerro al lado de los soldados que tiraban la bomba a mano desde la puerta trasera.

Como en tantos casos, la guerra terminó para Carlos Haya muchos proyectos pacíficos y creativos, pasando a desarrollar una actividad aérea bélica frenética, excepcional, como quedó plasmado en su historial aeronáutico de guerra, hasta su heróica y gloriosa muerte en combate.

A la vista de lo que realizó en tan poco tiempo, sólo podemos intuir lo que hubiera producido ese dinamismo creador, si hubiera sobrevivido a la Guerra, y soñar con los frutos, sin duda muy valiosos de su mente y espíritu creativo.

Toda esta información ha sido obtenida de los siguientes escritos, libros y enciclopedias:
-Enciclopedia Espasa-Calpe
-Revista de historia Aeronáutica (Octubre 1989 nº7 / Noviembre 1990 nº8) R. de Madariaga.
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